Homenaje a Noé Vázquez Ortiz
Beatriz Torres Beristain
Noé era un artista plástico que pintaba inspirado por la naturaleza y por su terruño, que huele a caña, café y monte. Para ganarse la vida hacía artesanías y las vendía en diferentes lugares. Era un joven soñador y libre. Colaboraba con el colectivo Defensa Verde que denunciaba el proyecto hidroeléctrico y la inacción de los diversos ámbitos de gobierno. Este colectivo se oponía a la presa porque se represaría y entubaría el agua del Río Blanco trastornando fuertemente el régimen de humedad y los ecosistemas de la zona, así como la vida de los campesinos en sus terrenos y territorios. El proyecto pretendía modificar el curso de este río, uno de los ríos más caudalosos y contaminados del estado, desviarlo hacia un promontorio desde el cual pudiera caer de nuevo a su cauce, y ahí colocar las turbinas. En ese mismo cerro le dieron muerte a Noé.
Para entonces, en el colectivo ya teníamos casi tres años investigando por nuestra cuenta. Conocíamos la manifestación de impacto ambiental, según la cual se pretendía construir una presa con una capacidad de generación de 360 MW, la de mayor potencia del estado de Veracruz. Nos parecía increíble que, a pesar de la importancia de esta obra, ninguna autoridad decía tener conocimiento de su existencia; incluso decían que era un rumor. Recorrimos el amplio territorio que sería afectado por la presa informando de su existencia, del trazo previsto para el desvío del río, de las posibles afectaciones y de los derechos de las personas. Comprobamos la existencia del proyecto y detectamos diversas irregularidades, incluyendo la inexistencia de varios permisos. A raíz de eso hicimos denuncias recurrentes, pero las autoridades no tomaban cartas en el asunto. La gente se sentía engañada: les estaban comprando sus tierras a precios injustos y si no querían vender los amenazaban.
La movilización fue creciendo, y el colectivo logró vincularse con diversos movimientos en defensa del agua y el territorio a nivel local, nacional e internacional; uno de ellos fue el Movimiento de Afectados y Afectadas por las Represas y en Defensa de los Ríos (MAPDER) que convoca a pueblos, comunidades y organizaciones de la sociedad civil afectados por presas en todo el país. Cada año se realizaba un encuentro que iba rotando de sede, por lo que, para apoyar las luchas veracruzanas, se decidió realizar el décimo encuentro en Amatlán de los Reyes del 2 al 4 agosto del 2013.
Noé realizaría la ceremonia a Tláloc para la apertura y bienvenida del encuentro MAPDER. En la mañana del 2 de agosto se fue al cerro a buscar hojas, semillas, frutos y flores para emplearlas, bien frescas, en el ritual. A quienes encontró fue a los que serían sus asesinos. Al arribar las delegaciones a Amatlán, se encontraron con la terrible noticia del asesinato de Noé. Se tomó la decisión de tener el encuentro, pues se pensó que era la mejor forma de honrar su memoria: con la lucha colectiva. Así, en un clima de tristeza y rabia se llevó a cabo el encuentro con más de 300 personas defensoras del territorio mexicano y compañeros de otros 7 países que expusieron sus luchas y dolores por la imposición de presas [2] , muchos de ellos vinculados a otros megaproyectos que no toman en cuenta a los pobladores, pasan por encima de los derechos humanos, y destruyen el tejido comunitario.
Los autores materiales del asesinato de Noé fueron capturados y posteriormente sentenciados, sin embargo nunca se investigó, ni aparecen en el escenario los autores intelectuales, por lo que para nosotros su crimen sigue impune.
Noé Vázquez Ortiz: ¡Presente! Seguimos pensando que la mejor manera de recordarte es a través de nuestras acciones y de la lucha por el reconocimiento del agua como un bien común. Como escribiste para darle la bienvenida a las delegaciones del MAPDER: “las personas que morían, o mueren por causa de las aguas o en defensa de ella van al paraíso donde existe cosechas permanentes de toda clase de árboles frutales y semillas”. Noé, sabemos que estás en el Paraíso.
Notas al pie
[1] El proyecto hidroeléctrico El Naranjal es considerado un megaproyecto por la cantidad de producción de energía planteada 360 Mw (megawatts) y por la gran dimensión de los impactos que este proyecto tendría en los municipios de Ixtaczoquitlán, Fortín, Amatlán de los Reyes, Coetzala, Cuichapa, Yanga y Omealca, en la región de las Altas Montañas, Veracruz.
[2] Ir a la Declaración de Amatlán.